Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1858-1860 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 15 de febrero de 1859
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica, discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 53, 1.256, 1.257
Tema: Sigue la proposición sobre el acopio de piedra del canal de Manzanares

El Sr. SAGASTA: Ante todo, para contestar al digno Presidente que ahora ocupa el sillón presidencial, debo manifestar que ayer no pronuncié ni una sola palabra que no estuviese dentro del apoyo de la proposición que tuvimos la honra de presentar al Congreso; y que si S.S. hubiera presidido en aquel momento, me hubiera dejado decir todo lo que dije.

Dicho sea esto en contestación a las palabras que ha tenido el Sr. Presidente la bondad de pronunciar, contestando al Sr. Conde de San Luis.

Pero debo manifestar aquí ahora lo mismo que dije ayer al presentar la proposición que con otros seis Sres. Diputados he tenido el honor de someter a la deliberación del Congreso.

No hemos tenido intención ninguna: era más, no sabíamos las personas o la Administración que en ella pudiera estar interesada. Si alguno ha podido creer que nosotros hemos presentado esta proposición para aumentar un miedo que pudiera existir, se ha equivocado. Nosotros conocemos el temple de alma del Conde de San Luis, y no habíamos de suponer que tuviese temor alguno porque se presentase la proposición; pero el Sr. Conde de San Luis nos ha dicho que hay temor; pero que no es por parte de S.S., sino por parte de la mayoría moderada. (Los Sres. Escario y Conde de Saga Luis piden la palabra.)

Por lo demás; yo quiero que conste en esta rectificación, que es lo principal de cuanto tengo que exponer, que el móvil que nos ha impulsado a presentar la proposición que ayer tuve la honra de apoyar, no es otro que el de una cuestión de moralidad; que los rumores que hasta anoche por lo visto no han llegado a noticia del Sr. Conde de San Luis, sin embargo, venían circulando hace una porción de tiempo, ya por escrito, ya diversamente comentados en las conversaciones: estos rumores, que como dije ayer, encontraban eco en el país, eran los que yo quería evitar, eran los que yo quería poner en claro. No atribuya, pues, el Sr. Conde de San Luis esos rumores, que no habían llegado a sus oídos, a la proposición presentada; antes que ella viniera, han circulado ya.

Bueno es que yo recuerde aquí que ayer tuve buen cuidado de advertir que no prejuzgaba de ninguna manera esta cuestión, y aún suplicaba yo a los Sres. Diputados suspendiesen el juicio que pudieran formar por esos rumores que circulaban, hasta que viniendo aquí el expediente pudieran examinarlo con la atención y con la imparcialidad que cumple siempre a los Representantes del país.

Veo impaciente al Sr. Presidente, y no quiero prolongar más este debate; supongo que ha de venir [1.256] ocasión en que pueda extenderme más, y entonces hablaré.



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